¿QUIÉN CREE QUE CON ESTA CLASE DE ELEMENTO SE PUEDA RECUPERAR ALGO?
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https://www.disidentedigital.com/2018/12/quien-cree-que-con-esta-clase-de.html
Por Andrés Pascual
Lea el adjunto debajo:
A los que no nos cansamos
de denunciar la manipulación voluntaria de la población que vacila
en Kuba; que ha hecho de la queja sostenida por “su precaria
situación” un hobby alternativo, para quienes siempre he utilizado
un nombre muy a propósito, “KUBANOIDES” (igual a cubano solo
porque nació allá), nos llaman esos mismos individuos,
despreciables en rango de hijos de mi patria, “anticubanos”;
porque este elemento no tiene otra defensa y funciona como la tiranía
dictatorial, que ha tratado e impuesto “echarnos la grada encima”,
tal el pelotero de campo contra el ampaya importado, que berrea, mira
a la concurrencia y le deja la protesta sonada al fanático...
Un tal Gregorio Blanco (a la derecha en la foto),
como todos los kubanoides que acceden a contar su miserable y poco
comprometida existencia con la patria, llegados por obra y
gracia del más espectacular y poderoso recurso del castrismo y del
comunismo americano, el Ajuste Cubano, le dio una entrevista al
ariete defensor de la infectocontagiosa en Miami vía deportes, Jorge
Ebro, en que pone sobre el tapete “su verdad” y generaliza en
cuanto al abandono del sentimiento redentor: “NADIE TIENE EN CUENTA
NI LA BANDERA NI LA PATRIA”.
El problema no radica en
que haya dicho lo que desde hace más de 30 años es la marca
registrada kubanoide: “no tomar en cuenta ni patria ni bandera”
porque no les represente nada, lo sabemos; a una población hecha a
base de propaganda, que la ha asimilado y asimila gustosamente hasta
tanto se vaya del país a la primera oportunidad que encuentre, que
luego regresará y a exhibirse “sin patria ni bandera”, pero con
mucha chuchería “bling”.
Las nuevas generaciones
castristas que llegan desde los 90's, (a veces descubren que lo son
cuando están aquí y chocan con el destierro, sobre todo por los
intercambios, los viajes y las remesas), de a pie, ex oficiales
MININT, dirigentes y sus descendencias, que nacen, se reproducen y
mueren en Kuba o fuera de la Isla, no deben enfadarse porque se les
llame kubanoides, una vez que no demuestran actitud ni aptitud para
que se les trate al revés, es decir, de cubano reyoyo.
El tal Blanco, coach de
pelota y, como todos estos elementos que Ebro entrevista, “gurues”
de las disciplinas deportivas hasta para las Grandes Ligas y el boxeo
profesional, debiera controlar su impulso apático, anemia histórica
de 60 temporadas ante el caso muy particular de la población
kubanoide; porque, en el Caribe, hombres que ganan millones y son
mucho mejores que el ejército entrenado para poner en alto el nombre
de KUBA y su ROBOLUCIÓN, lloran cada vez que pierden la oportunidad
de llevarse a su país el trofeo que ampare una bandera que defienden
en el terreno hasta con los dientes; aun contra adversidades como la
falta de trainning o la inclusión en grupos eliminatorios al efecto
de permitir pases impropios, como hicieron dos veces para beneficiar
la novena del tirano y de los esclavos a quienes no les interesa ni
la patria ni la bandera en mal llamados Clásicos Mundiales, los
mismos a quienes les sobra lengua para quejarse a ver qué tumban,
que eso SÍ LES IMPORTA.