NUBES NEGRAS EN EL FIRMAMENTO DEL BEISBOL CASTRISTA
NUBES NEGRAS EN EL FIRMAMENTO DEL BEISBOL CASTRISTA Por Andrés Pascual, tomado de CONEXIÓN CUBANA, Mayo 11 del 2...
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NUBES NEGRAS EN EL FIRMAMENTO DEL BEISBOL CASTRISTA
Por Andrés Pascual, tomado de
CONEXIÓN CUBANA, Mayo 11 del 2009
Castro no tenía la mínima voluntad de mantener la pelota en el plano de grandeza a que se había llegado; incluso el interés de "los representantes del pueblo" era eliminarla como deporte de amplia demanda y apoyo gubernamental.
En
Cuba no se jugó pelota en 1961, fue un ensayo de lo que se
pretendía: no preparar más campeonatos organizados por el
gobierno ni utilizar los medios para su difusión…
¿Por
qué desistieron? ¿Por qué abandonaron la idea de imponer el
balompié como deporte nacional, apoyado y difundido por la
dictadura, desde aquel momento?
A
ciencia cierta nadie lo sabe, aunque se cree que al tirano le
sugirieron que, por lo caldeado de la situacion con el movimiento
anticastrista en efervescencia, por los "alzados en armas"
como punto álgido de preocupación, no se debía eliminar "el
opio del pueblo cubano de antes", entonces se celebró, un
año después de cercenada la cabeza de La Liga Cubana de Béisbol
Profesional de Invierno, el primer juego de la primera de las
llamadas Series Naciones de lo que se impuso, a partir de ahí,
como el béisbol castrista, engendro y propiedad absoluta del
propio Castro y para el que, algunos "asesores" como
Martin Dihigo, le habían propuesto al dictador, a principios de
1960, "masivizar" el béisbol de San Antonio a Maisí.
El ex jugador matancero se convirtió en un ácido crítico del
béisbol profesional desde un programa de radio y una columna de
periódico.
Algunos
dicen dice que el Inmortal, totalmente abandonado por "su
Revolución", cambió después algunas de "sus ideas".
Para
su "Primera Serie Nacional" en 1962, como no hubo
campeonato oficial, utilizaron casi en pleno al equipo Teléfonos
que había ganado la Liga Nacional (provincial habanera), en 1961.
Ese fue el equipo que llamaron Habana, para esa fecha sin su
manager Oscar Garmendía, exiliado en Costa Rica en Abril, ni con
Tito Fuentes, que había abandonado la Isla a principios de 1962
para jugar profesionalmente con la Organización de los Gigantes
de San Francisco.
Garmendía
viajó como coach del equipo Cuba a la Serie Mundial Amateur y fue
uno de tres que pidieron asilo político en el país
centroamericano en plena invasión de Bahía de Cochinos; los
otros dos, Pepe Fernández, centerfielder de los Caribes de la
Universidad y Clemente "Sungo" Carreras (FOTO DEBAJO CON EL Puebla EN 1976), manager.
Con
convocatorias a un entrenamiento hecho a la carrera, al que
"forraron" con profesionales para poder completar los
rosters de los tres equipos restantes: Occidentales, Azucareros y
Orientales y que solo un jugador fue protestado, un antesalista
villareño del equipo Azucareros, arrancó la primera Serie
Nacional, caricatura de mal gusto no solo de la Liga Cubana, sino
de cualquier campeonato amateur organizado en el país. Foto Occidentales 1era serie al centro Fermín Guerra, manager:
¿La
tumba del béisbol cubano? Sí, la primera paletada de tierra
sobre un tipo de pelota única en el Caribe, símbolo del béisbol
de la región, eliminada en esencia desde el primer momento;
porque, como deporte, según el propio dictador: "…no es
suficiente en el desarrollo atlético integral del pueblo por
pasivo…" y, como ideología, porque no se podía mantener
en plano de alta demanda fanática a la disciplina a través de la
cual se habían estrechado afectos con Estados Unidos, que logró
convertirse en un puente de amistad soberbio por compartirse
público común y actividad en el diamante de juego a ambas
orillas, cuando lo que se imponía era un odio enfermizo, vicioso
e ideológico, no solo contra el Beisbol Organizado y el gobierno
americano; sino contra todo el pueblo de Lincoln: "Abajo los
Yanquis" no especificaba nivel político-social selectivo de
un individuo, eran los yanquis y se acabó.
El
nivel de decadencia acelerada por el divorcio con el Béisbol
Organizado; la sustitución de profesionales del beisbol en
niveles de asistencia al jugador por individuos que, incluso nunca
habían jugado pelota, pero se hacían cargo del entrenamiento y
la dirección de los peloteros, además de la creciente corrupción
tanto entre jugadores como entre "técnicos" y
burócratas bandidos del béisbol”, rápidamente comenzaron a
fracturar las bases históricas de fuerza, organización y poder
de la pelota cubana; entonces el espectáculo tampoco se presentó
vistosamente ni con la elegancia a que acostumbraba este deporte
en Cuba: los estadios sin matenimiento técnico, nada alegórico
como no fueran las consignas políticas de rigor, zapatos spikes
rotos en nivel de nacional y hasta nombres de equipos o números
de la espalda con pintura tan mala que se despintaban la mitad, de
tal forma que el equipo Pinar del Río podía leerse en un
uniforme cualquiera P…. ..l Río; o un # 14 podía convertirse
en un # 1 o en un # 4. El castrismo, que suspendió el pago a los
estadios en 1968, hacía valer la maxima "a caballo regalado
no se le mira el colmillo". Aquel publico "conciente"
que todo lo ha aceptado hasta hoy, mereció semejante afrenta, que
nadie lo dude. Logo de Industriales:
Como
colateral, la bebida en los bancos desde jugadores a managers en
desenfrenada carrera alcohólica;
El
plan para eliminar el béisbol, que ha sido una obsesión de los
Castro a través de 50 años, en los cuales se le hecho creer a la
población y al mundo que el tipo es un fanático del pasatiempo,
se concentró en "el largo plazo" con la intención de
corromper el deporte, debilitarlo y mermarle su participación a
extremos ridículos, hasta tener lo que tienen hoy, una población
que, si no disfruta al balompié por encima de la pelota en cuanto
a aceptación, lo tiene en igual nivel.
A
como diera lugar, había decepcionar al público hasta
sacarlo de los estadios y, con esta justificación, proceder al
cierre del canal beisbolero para siempre.
Castro
nunca fue fanático del béisbol; nunca fue, como también han
inventado los liberales americanos, ni jugador ni, mucho menos
prospecto para Joe Cambria: el béisbol para el tirano ha sido
otro arma con la que ha manipulado al pueblo y a cuanto iluso
internacional se le ha parado delante:
En
1989, en ocasión de celebrarse en Pinar del Río uno de los
festejos políticos que acostumbran, en la sede universitaria
delante de periodistas, le pidieron ayuda para un terreno de
pelota y, sorprendidos, muchos de los concurrentes vieron la
verdadera intención del tirano cuando dijo, acaloradamente
después de patear una pared: "…estoy cansado de que me
pidan ayuda para terrenos de pelota, les he dicho que para esa
actividad no hay un quilo por parte nuestra; pídanlo para
terrenos de fútbol, más acorde con nuestra ideología y más
integral para nuestra sociedad…" Jorge Fuentes, manager de
equipos de pelota en la provincia, incluso del equipo Cuba, estaba
allí; Sebastián Ferrer Pimienta y Julio Duarte Alonso estaban
allí; el rector de la sede universitaria estaba allí; Leonel
Valdés, alias "Tatá", J' del Depto ideológico del
partido provincial estaba allí…y quien me lo dijo, técnico de
béisbol en el estadio, del cual me reservo su nombre…
El
fraude castrista con el béisbol está llegando a su fin, no para
bien, sus derrotas internacionales no van a provocar pasos de
mejoría, positivos; no, van a acelerar lo peor: con la
justificación de la pérdida de interés, que se ha pretendido de
una y mil formas como la desmoralización del béisbol en la
capital por los arreglos de juegos consuetudinariamente, hacer lo
que Castro siempre quiso: alejar al fanático del estadio para
quitar el béisbol para siempre como actividad protegida y
asegurada por el gobierno. El que no lo crea, que recuerde que
quitó la carne, la leche, el marisco…vamos a ver si, cuando
esto concluya, aplauden la decision, como en 1961 aplaudieron el
descabezamiento del entonces mejor béisbol del mundo, más allá
de las fronteras de Estados Unidos.
El
cambio de mentalidad en el cubano desde hace 20 años, que le
exige al dictador lo que este no prometió nunca desde que eliminó
el deporte profesional con el lema "el triunfo de la pelota
libre sobre la pelota esclava", que consiste en que ponga a
vivir a sus peloteros de la manera como lo viven los
profesionales, se convirtió en el más formidable enemigo de la
supervivencia del béisbol cubano…la suerte de la pelota cubana,
de la débil y corrupta castrista de hoy, está echada…