LOS PADRES FUNDADORES Y OTRO CUENTO
Por Andrés Pascual Para el término “fundadores” se reserva una dosis mucho más que generosa de decencia, de respeto, de integridad, de...
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Por Andrés Pascual
Para el término “fundadores” se reserva una dosis mucho más que generosa de decencia, de respeto, de integridad, de inteligencia y de grandeza humana y política, bueno, así era “antes”, que no por gusto existen en el orden socio-político-económico los que hicieron la Constitución de Estados Unidos.
La “humanidad es de ampanga”, el pueblo cubano que apoya a la tiranía castrista ha empleado dos supuestos valores para justificar su “preocupación por el ciudadano”: medicina y salud gratis; sin embargo, no tienen en cuenta que durante 40 años, todos los anaqueles de tiendas del país han estado vacíos y que la libreta de racionamiento ha existido para decidir qué cantidad y cuáles de productos se han podido consumir o adquirir. En el caso de la alimentación, mensualmente desde 1962, menos de 15 productos “rotativos” con duración de 10-12 días a la mesa; en el de la ropa, si le vendían un bloomer este año no tenía drerecho a un ajustador y una batidora, por lo menos en San Cristóbal hasta 1989, una sola vez conocí que vendieran.
Muchos
efectos eléctricos nunca se ofrecieron y a algunos se les reservó
el debut ante “acontecimientos o fechas” que requerían el apoyo
masivo “de todo el pueblo”, o al inicio de los llamados
quinquenios, con los que pretendían depositar su dosis de FE popular
impuesta en el mejoramiento de la realidad de escaceses y miseria
rampante hasta hoy, a través del discurso hueco del designado del
momento.
Un
refrigerador necesitaba de méritos especiales como “trabajador de
avanzada” para que autorizaran la compra, nunca se tuvo en cuenta
la necesidad apremiante de la recién parida o de la familia con
enfermos bajo cuidados relativos de acuerdo al tipo de padecimiento y
a la ninguna atención diferente por tal razón.
Lo
que logró “la entrega de un frigidaire” en centros de trabajo,
como otros productos incluidos los poquísimos autos que
vendieron, fue muchísimas enemistades entre personas que se conocían
de toda la vida, porque “se lo dieron a fulano y yo tengo más
méritos”, pero el desconocimiento, el servilismo, el oportunismo o
la militancia les impedían a la mayoría tratar o ver con claridad um nuevo conflicto social creado a propósito: que estaban siendo
manipulados políticamente bajo reglas criminales de disociación,
que eso fue, otra maniobra para dividir a una parte enorme de la
población que jamás culpó a la tiranía, única responsable del
desastre absoluto.
Y
con las tiendas vacías, porque no existía la oferta sistemática
para contentar al “buen revolucionario”, inventaron el par de
zapatos “adicional” para justificar la entrega “paralela” a
la dirigencia de niveles intermedios en pueblos y regiones, que el
“tendero-a” también utilizaba para “abastecer”, por lo menos
de un producto, a una amistad o a un familiar.
Y
crearon los viajes “al campo socialista” de gente del G-2 o
clasificados políticamente para que pudieran justificar los paquetes
que les enviaban desde “el Norte” los familiares, que recogían
en Cuba y Chacón otros familiares a cuyo nombre dirigían el
regalito semestral desde aquí.
A
fin de cuentas, a ningún familiar de dirigente lo lesionaron durante
las turbas convocadas cuando los acontecimientos del Mariel,
sencillamente los recogían en puntos lejos de los lugares
designados por el G-2 para golpear y hasta matar a los infelices que
no tenían “parientes ricos nomenklaturizados” en niveles de
Partido o del MININT.
Para
poder comer, un núcleo necesitaba completar con “el mercado negro”
18 días de cada mes a precios inalcanzables, porque una “canasta”,
como dicen aquí, que ayudara a terminar el mes “mal comido”,
podía costar fácilmente más de lo que ganaba un miembro del núcleo
en 45 días ¿Trabajaba uno solo? ¿A quién le importaba eso?
Pero no “plantearon” en ninguna de las reuniones a que asistía
“el pueblo uniformado” la queja, dicen que por miedo a la
consideración del “trasfondo contrarrevolucionario para
desestabilizar la Robolución", por lo que nunca se “elevó” la
denuncia por el mal vivir provocado, aunque fuera para obligar a una
respuesta o a una acción comprometida oficialmente.
Si
se considera el tiempo que vivía realizando tareas agrícolas
gratis un escolar durante más de 6 años, con sesiones matinales de 4 ó 5 horas
desde Secundaria Básica, pues hay que considerar que un solo alumno
pagaba varias veces un seguro médico familiar, además de costearse
fácilmente su carrera, cualquiera, otro par de veces.
Aparentemente,
a pesar de la miseria, el pueblo siempre estuvo preparado para
defender al “comandante” de los ataques de la “contrarrevolución
y del imperialimo”. Semejante oportunismo o tal simpatía militante
han creado un estoicismo brutal en cuanto a la condición masoquista
para soportar hasta que les arrancaran los calzoncillos sin tomar
medidas personales orientadas a exigir el tratamiento de personas en
vez de animales.
Lo
que he querido decir es que, donde ha existido una tiranía
dictatorial que menos que malpaga al obrero, donde las tiendas han
estado vacías durante más de 40 años y no porque se agote el
producto que nunca han ofrecido ¿Cómo hubiera pagado una
aspirina un cubano? ¿Cómo hubiera podido pagar un día de
kindergarten? Es ante esta pregunta que queda desarmado cualquier
defensor de la tiranía castrista.
Porque,
nadie lo dude, para Cuba el castrismo ha funcionado como Weyler,
nunca validado de acuerdo a la proyección del itinerario del
pensamiento filosófico positivo y humanista de Varela, Martí...especie de medioevo tardío en la
Isla.
Sin dudas, el experimento politico de freno al desarrollo intelectual individual, a través del que un individuo sin tacha moral, sin clase personal ni capacidad, fue escogido como representación de la nueva clase para "dirigir" a grupos de más valor práctico con el objetivo de imponer "al piso de tierra sobre la decencia; a la militancia o la simpatía sobre el orden razonable", a fin de cuentas ha sido el imperio donde lo que nunca interesó fue el pueblo y su desarrollo y donde el concepto patria lo explicó siempre un carné rojo con las iniciales del partido comunista.
Sin dudas, el experimento politico de freno al desarrollo intelectual individual, a través del que un individuo sin tacha moral, sin clase personal ni capacidad, fue escogido como representación de la nueva clase para "dirigir" a grupos de más valor práctico con el objetivo de imponer "al piso de tierra sobre la decencia; a la militancia o la simpatía sobre el orden razonable", a fin de cuentas ha sido el imperio donde lo que nunca interesó fue el pueblo y su desarrollo y donde el concepto patria lo explicó siempre un carné rojo con las iniciales del partido comunista.
El
ayer y el hoy perdieron el sentido por la justificación “antes no
hubiera podido estudiar” ¿Qué antes? Porque muchos profesionales
de durante la República eran de familia humilde y pobre, como un
abogado de raza negra de Santa Cruz de Los Pinos, Panchito, que
después reprimió como fiscal contra los patriotas víctimas del
período del terror 1959-67.
La
realidad es que para lograr metas se necesita más que dinero
voluntad, decisión, ganas, y sobre todo, dedicación, organización
personal, inteligencia y sentido común para que sobreponga el
emprendedor al vago, el valiente al pusilánime.
Del
fraude “educación y salud gratis para todos” nació el médico
dependiente (sometido) del carnicero, del bodeguero...que no eran
dueños del establecimiento, pero “figuraban” más por lo
necesario que cualquier profesional, porque tenían “para dar” lo
que no podía adquirirse en otro lugar y nació el certificado
fraudulento para adquirir la dieta complementaria “bazal”,
“ayuda” consistente en ordenarle una cantidad de leche, viandas
y carne a un tío, hermano, padre, hijo o sobrino que no estaba
enfermo.
Para
eso quedó la humana profesión en Cuba una vez que la población
entendió que el orgullo de ser médico valía menos que un
escupitajo, para utilizarla como soporte de ayuda relativa a la
supervivencia a través de vías ilegales. Hoy le cobran 20 dólares
a un miembro de la "comunidá" por sacarle una muela, y yo quisiera
saber si “todo esto lo sabe Raúl”.
Es la realidad de “la educación y la salud gratuitas” del
castrismo en Cuba, donde, desde mediados de los 70's (hasta hoy), muy pocos
médicos pudieron escoger la especialidad según su perfil
vocacional, sino la que creyera el tirano que “era necesaria”
para la aventura mercenaria de propaganda y penetración ideológica.
El
resultado de esa política mentirosamente gratis, clasificada en el
canon de “a caballo regalado no se le mira el colmillo”, ha sido
la vía de propaganda más salvaje y bestial contra el castrismo:
médicos en bicicleta, involuntariamente obligados a vivir "agregados" porque no hay casas disponibles; profesionales taxistas para
poder completar el dinero para comer, o la peor de todas: “dentistas,
doctoras, ingenieras...” jineteando desde la soledad de su miseria
en cualquier rincón de Cuba, dispuestas no a cumplir la digna
profesión acorde con las reglas, sino, como cualquier otro muerto de
hambre allá, al tanto de la primera hendija por donde escapar
hacia la sociedad que no ofrecía nada gratis, pero que obligaba a
desarrollar el verdadero mérito personal (carácter
autocompetitivo), luchando contra vicios sociales como la vagancia,
tan atractivos como destructores, y después, cuando se alcanzara el
objetivo, vivir acorde al resultado del sacrificio superior, que
nunca fue poco.
A finales de los años 60 los taxistas y los marinos mercantes y de la pesca ERAN considerados como personas importantes ....
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