LÍNEA ERÓTICA MUY INOCENTE: Alerta: las mujeres sueñan con sexo tanto como los hombres.

Por el Doctor Oneiroi.

Estadígrafos tendenciosos sostienen la hipótesis de que los sueños eróticos de las mujeres han aumentado progresivamente en los últimos cuarenta años.

Este aumento alarmante en el material onírico femenino tal vez refleje los avances en la conquista de derechos civiles, sin embargo, la polémica está lejos de resolverse aunque los hechos sean incontrastables: las mujeres sueñan con sexo tanto como los hombres.

En los años '60 se efectuaron idénticos análisis estadísticos que arrojaron cifras más bien pudorosas. Los sueños eróticos en las mujeres, o al menos aquellos que estaban dispuestas a confesar, integraban una porción miserable de todo el material onírico procesado.

Aquel estudio, realizado en un improvisado despacho de la ciudad de Montreal, arrojó cifras escandalosas.

Se entrevistaron 100 hombres y 100 mujeres en un período de cuatro semanas, recopilando alrededor de 3500 sueños. Solo el 8% de los sueños de las mujeres podían ser considerados sueños eróticos, mientras que más del 50% de las piezas oníricas de los varones entrevistados retrataban escenas que no dejaban margen para la metáfora.

Si bien actualmente las mujeres sueñan con sexo tanto como los hombres las sincronías no acaban ahí. Al parecer, tanto hombres como mujeres tienden a soñar con estereotipos claramente definidos, aún en sujetos probadamente liberales.

Según estos estudios los sueños eróticos de las mujeres tienden a la sobrestima de sus parejas oníricas, es decir, a la idealización de sus amantes, por ejemplo, sintetizándolos en oscuras figuras de la farándula o bien bajo la máscara sobrevaluada de viejos cómplices.

De hecho, las mujeres que tomaron parte en estos estudios eran cuatro y hasta cinco veces más propensas que los hombres a tener sueños eróticos con celebridades.

Otro dato inquietante: las mujeres experimentan sueños eróticos con ex-parejas casi un 40% más que los hombres.

En oposición, los hombres mostraron una tasa mayor de sueños en los que se incluia la presencia de dos o más compañeras.

Pero quizás el dato más revelador acerca de los sueños eróticos indica que el 95% de los sujetos masculinos examinados no pudieron siquiera brindar el más ínfimo detalle de cómo comienzan sus vigorosas escenas oníricas.

Efectivamente, nadie recuerda cómo comienzan sus sueños eróticos.

¿Por qué?

¿Qué deshonroso pacto de silencio nos obliga a firmar nuestro inconsciente?

Sigmund Freud tenía una teoría al respecto.

Para que un sueño erótico sea efectivo jamás debe poner en riesgo el ego, de modo que la secuencia siempre se inicia in media res, es decir, prescindiendo de las burocracias que rodean el cortejo.

Con las mujeres ocurre exactamente lo inverso.

En la Conferencia del Sueño, tertulia organizada en 2011 por la Universidad de Minneapolis, se presentó un informe que reveló que el 50% de los sueños eróticos de las mujeres comenzaban justamente cuando ellas efectuaban el primer avance.

Este patrón quizás se relacione con las limitaciones sociales que aún pesan sobre el género femenino.

Ahora bien, no todos los sueños eróticos conducen al éxito. Muchos, de hecho, finalizan abruptamente con un rechazo.

Las mujeres son estadísticamente más propensas a experimentar sueños donde son rechazadas por sus parejas, mientras que los hombres rara vez sueñan con escenarios insatisfactorios.

Feministas de todo el mundo han tomado nota de las cifras arrojadas por estos estudios y anuncian la llegada de la igualdad de género en el terreno onírico.

Desde aquí admitimos mansamente las evidencias científicas.

Las mujeres sueñan con sexo tanto como los hombres, sin embargo, estos últimos llevan una ventaja considerable. No solo soñamos desde hace más tiempo sino que, incluso en la vigilia, rara vez dejamos que la realidad perturbe nuestras fantasías.